Fecha: 20 MAY. 2021
En ocasiones, cuando las personas se exponen a situaciones de riesgo, contraen infecciones de las que no se dan cuenta, o cuando las perciben no saben cómo tratarlas. Por eso, en esta nota le compartimos cómo saber si está padeciendo infección de oído y su respectivo tratamiento. No deje de leer.
Las infecciones de oído existen en diferentes niveles y se presentan en el oído medio, causando inflamación debido a varios factores como virus y bacterias. La otitis media aguda es una de las más comunes y suele estar acompañada por una infección en las vías respiratorias, además de otros síntomas como dolor fuerte, disminución de la capacidad de escucha, fiebre, náuseas, vómito y diarrea.
Una infección de oído aparece cuando el canal auditivo tiene contacto con algún patógeno extraño, motivo por el que se genera la inflamación. La otitis media exudativa es otra de las más comunes, sin embargo, los síntomas no son tan graves, ya que hay ausencia de dolor, fiebre o náuseas. La causa principal es la acumulación de líquido en el canal auditivo, un fenómeno común en los deportistas acuáticos, motivo por el que se conoce como oído de nadador.
Las causas principales son microorganismos como bacterias (Streptococcus pneumoniae y el Haemophilus influenzae son las más comunes). Por otro lado, los virus también representan una de las causas frecuentes en las infecciones de oído, principalmente aquellos que provocan las gripas, causando dolor de garganta y oído.
La infección se presenta debido a que estos patógenos bloquean la parte del oído medio que se encarga de drenar los líquidos que allí se producen, y la acumulación de estos son responsables de causar irritación e inflamación. En los bebés puede que sea una enfermedad común debido a que el canal se puede obstruir más fácilmente.
Otros de los factores que pueden conllevar a desarrollar una infección de oído son:
• Cuando empiezan a salir los primeros dientes en un bebé (dentición).
• Exposición a humo de tabaco.
• Inflamación del tejido linfático que se encuentra en la parte superior de la garganta.
• Cambios de clima —de cálido a frío—.
• Haber padecido cualquier enfermedad reciente, ya que el cuerpo se debilita y se vuelve menos resistente a las infecciones.
• En los bebés se puede presentar por el uso de chupón o no ser amamantado.
En los niños pueden presentarse algunos de los síntomas más graves, es por esto que si tiene alguno de los que mencionamos a continuación, debe llevarlo a un médico lo antes posible.
• Fiebre igual o superior a los 39°.
• Pérdida auditiva.
• Supuración de pus o líquido del oído.
• Si los síntomas empeoran.
Realizando los correspondientes estudios con equipos para imágenes diagnósticas el médico especialista determinará el grado de la infección basándose en los síntomas y exámenes físicos para descartar todas las posibilidades. La medicación se usa en pocas situaciones debido a que el sistema inmune tiene, en la mayoría de casos, la capacidad de combatir la infección.
Sin embargo, en dado caso de ser muy grave es posible que receten antibióticos. Esto se determina con un proceso de conducta expectante, en donde se espera un tiempo de alrededor de 3 días para observar si el sistema inmune es capaz de combatir la infección. Si no se observa mejoría se opta por el uso de medicamentos.
Se recomienda que el paciente guarde reposo y descanso, aumente su ingesta de líquidos, principalmente agua, y de ser necesario tomar medicamentos que alivien el malestar como acetaminofén. También puede preguntar en la farmacia por medicamentos que ayuden a mejorar la infección.
Asegurar los cuidados del paciente debe ser la prioridad del centro médico al que asiste en caso de que la infección sea grave, así que debe procurar seguir las recomendaciones y esperar a que los síntomas desaparezcan. De igual modo, es importante que los centros médicos proporcionen todo lo necesario para cumplir con el objetivo de aliviar los dolores y enfermedades de los pacientes.
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